sábado, 17 de octubre de 2009

como cuando rutina

y él sentado frente a su escritorio no pudo diferenciar entre el sonido de su silencio y el del viento que se colaba entre los vidrios rotos de su ventana... ella por su parte no dejaba de tener sueños fríos, mientras la fiebre de la soledad la bañaba de un olor a rosas secas... él pensaba en ella como si fuera la única razón de su llanto oscuro y contaba todos los no regalados ante los ojos cansados y ojerosos de la mujer casi alegre... ella le pensaba entregar la vida entera pero se dio cuenta que era lo único que le quedaba... él adentro sintió por unos segundos un calor relajante que le quebró los huesos de los dedos haciendo que su escritura se precipitara y que confundiera las ideas sin llegar a saber qué era lo que escribía en realidad... ella lo observó por la puerta de cinco lados como si fuera la primera vez que lo hacía pero la última en la que lo vería tan concentrado en algo que definitivamente no la contemplaba... dio media vuelta, caminó lentamente, sus pies hicieron un pequeño ruido que distrajo la concentración de él... ella se percató y contuvo la respiración sin pestañear una vez... el silencio se hizo, el viento sopló delicadamente, ella sólo cerró los ojos y dijo... "la cena está lista" y la rutina volvió a la normalidad...

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