miércoles, 3 de septiembre de 2008

te veo... me miras...


La comida me sabe insípida y salada a la vez, el agua color de perla es azucarada, mi cabeza da vueltas, no puedo dejar de escuchar tu músiCa, sal de mi cabeza, dice la intérprete, no sabes que te interpones en mi camino?, quizás lo que queríA decir es que no tengo hambre o que simplemente como por comer, por qué el comer representa algo importante en la vida? alguien sabe por qué la vida se ha vuelto mejor?
El ave vuela y comer los desperdicios, los desperdicios fueron comidos por mí, pero ahora ya no los reconozco, mi saliva no es la misma, la del ave es agua, agua que será vapor y a la vez nada. Todo es nada, nada de nada.
En la siguiente mesa te observo y me observas sin pensar que nos observamos, yo te miro, tú me ves, pero no es la primera, es la octava y lo sé. Australia, grito, pero mi maestro me contesta, no conozco, nunca he ido, Nueza Zelanda es mi destino pero no el camino al país que para él es divino.
Mi pulcera corta la circulación del camino sanguíneo al corazón, un suspiro, dos quejidos, ocho sueños, uno donde sólo tú existes y nada más, muerte, vida, vida, alegría, alegría, tristeza, tristeza, vida, vida y muerte, muerte duradera vida llenadera, llenadera de conocimientos mal vividos para el uso irracional del cerebro que algún día alimentará a los gusanos, gusanos mismos que repudiaste en tu camino.