miércoles, 27 de mayo de 2009

vivir para contarla.

Este es un buen día para que todo transcurra normal, un día cualquiera con la misma gente y las mismas vivencias, un día donde tus planes cambian de un segundo a otro. Ni por la frente te pasa que algo pueda suceder, cantas y chisteas, bromeas un rato y hablas por hablar. Tráfico, ruido, stres, ciudad, avenida. Todo va bien y sientes que los planes de tu vida se cumplirán. De pronto sólo ruido y silencio a la vez. Cierras los ojos, respira hondo, como nunca lo has hecho, ni siquiera cuando te acuestas en el pasto y sientes el aire en el cuerpo. No gritas, no escuchas, no te mueves. Un golpe, otro y otro más. Tu vida en 5 segundos, como una película rápida, imágenes, frases, familia, amigos, sueños, deseos, cierras los ojos y no sientes nada, piensas que fue un sueño, los abres y es realidad. No escuchas, sólo ves alboroto y gente, tráfico, estás bien, todo normal piensas. Drogrado, borracho, apendejado, no sé, es un estado de tranquilidad y paz interna aunque tu cara demuestre el color blanco del miedo. Llamas por teléfono, un segundo es un día y el sol está más brillante que nunca. No piensas, sólo ves y escuchas, respondes con monosílabos y mueves la cabeza en afimación de algo que no quieres volver a vivir. Vidrios, destrozo, gente, más gente, cámaras, morbo, alboroto, gritos, llanto, tranquilidad. Qué bonito día, un día especial y preciso para mentalizarte y comenzar a vivir, un día perfecto para volver a nacer y dar gracias a alguien que aun estés aquí en este mismo lugar y vivir para contarla.