martes, 1 de julio de 2008

Lucinda y un besar


La última noche que subí a la montaña que está arriba de mi cabeza me encontré con Lucinda quien se dignó a sentarse a mi lado y contarme una historia que no parecía tener fin... parecía una niña sin sus listones de colores, empezó a hablar como si fuera la última vez pero la primera que lo hacía con una persona, pensé callarla pero supe que si lo hacía perdería más tiempo del que tenía libre.
-Supe lo que era besar a alguien a mis 78 años, pasé 78 años intentando encontrar la forma de besar a alguien pero no lo conseguí, hasta el día en que me digné a ver mi rostro en el agua y darme cuenta que no necesitaba esperar más tiempo a que alguien se dignara a besarme, ¿tú has besado?
Me quedé helado, no supe qué contestar aunque ella y yo sabíamos la respuesta.
-No, no yo no digo esa forma de besar tan usual que los humanos tienen, yo hablo de esa forma de besar por besar y no esperar a que alguien más lo haga.
Mi cara parecía transparentarse aunque ella ya sabía la respuesta a lo que diría más adelante.
-Quizás pienses que esta montaña que está arriba de tu cabeza algún día se derrumbará y te dejará bajo tierra, pero, ¿has besado a alguien?
Me empecé a impacientar y una lágrima calló de la mejilla izquierda de mi compañera de plática.
-Si te contesto que sí lo he hecho de la forma en que me lo dices ¿prometes no llorar más?
Lucinda sintió que la montaña comenzaba a cobrar vida pero siguió impaciente con la misma pregunta, ¿has besado a alguien?
-Sí- dije con voz quebrada y nerviosa y ahora la lágrima rodaba por mi mejilla.
-La soledad se vive acompañada de recuerdos que sirven para hacerte llorar y reflexionar lo que has hecho en vidas pasadas, si un beso simboliza que alguien te ama puede que estés equivocado y que la montaña se derrumbe antes de lo que piensas.
Mis piernas temblaban y decidí levantarme con una serenidad de 78 años.
-Anda ve, corre, busca y encuentra, sabes que el agua en la que te reflejarás está a punto de acabarse y que no quedará tiempo suficiente para que puedas besar por besar.